Críticas
Estreno en cines
Crítica de “Karate Kid: Leyendas” (“Karate Kid: Legends”), película de Jonathan Entwistle con Ben Wang, Jackie Chan y Ralph Macchio
La sexta película es fiel al espíritu de la franquicia surgida en los años '80.
Karate Kid: Leyendas (Karate Kid: Legends, Estados Unidos/2025). Dirección: Jonathan Entwistle. Elenco: Ben Wang, Jackie Chan, Ralph Macchio, Joshua Jackson, Sadie Stanley y Ming-Na Wen. Guion: Rob Lieber, basado en personajes de Robert Mark Kamen. Música: Dominic Lewis. Fotografía: Justin Brown. Edición: Dana E. Glauberman y Colby Parker Jr. Distribuidora: UIP (Sony). Duración: 94 minutos. Apta para mayores de 13 años.
En 1984 Ralph Maccio tenía 23 años y se consagró como el joven protagonista de Karate Kid, de John Avildsen. Pasaron cuatro décadas y el hoy sexagenario actor regresa en el papel de Daniel LaRusso, pero -claro- ya no como luchador sino como uno de los entrenadores (el otro es el Sr. Han de Jackie Chan) de Li Fong (Ben Wang), el nuevo héroe juvenil de la saga.
“Dos ramas, un árbol”. Ese es el lema, el eslogan de una película en la que se combinarán las técnicas del kung fu (de origen chino) y del karate (proveniente de Japón). De hecho, tras un breve prólogo en Okinawa y otro un poco más largo en Beijing, nos trasladamos a Nueva York, ciudad a la que llega Li Fong y su muy estricta madre (Ming-Na Wen). La idea de esta médica es que el joven pueda ingresar a la NYU, pero una serie de enredos y desventuras harán que el muchacho vuelva a combatir. Hay un veterano peleador que ahora maneja una pizzería (el Victor de Joshua Jackson), está su simpática y atractiva hija Mia (Sadie Stanley), que pronto se convertirá en el interés romántico del recién llegado; y aparece Connor (Aramis Knight), el cínico, despiadado y presuntuoso campeón de artes marciales que lo provoca, lo golpea a la salida del colegio y lo desafía a enfrentarlo.
¿Que todo suena demasiado básico? Puede ser, la fórmula es casi calcada de tantas otras películas sobre la construcción del héroe y el camino al éxito y la fama (empezando por la saga Rocky / Creed), con sus extenuantes entrenamientos editados a puro vértigo y con fondo musical épico, las amenazas y conspiraciones que complican el trayecto (Victor está lleno de deudas y es apretado por mafiosos) y las apelaciones a la fuerza de voluntad.
Son 90 minutos netos construidos un poco a reglamento, a veces con piloto automático por el inglés Jonathan Entwistle (es su primer largometraje luego de varios cortos, series y videos musicales), pero aunque siempre resulte bastante previsible hay algo atractivo en ese clasicismo entre inocente y algo demodé que propone una película que podrá transcurrir en la actualidad y regalar guiños a los fans de la popular serie Cobra Kai como la aparición del Johnny Lawrence de William Zabka, pero sigue orgullosamente anclada en su espíritu ochentoso.
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