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Venezia 82
Festival de Venecia 2025: crítica de “La valle dei sorrisi” (“The Holy Boy”), película de Paolo Strippoli (Sección Oficial – Fuera de Competencia)
Tras su estreno veneciano, este más que inquietante film de terror italiano ya tiene confirmados otros otros prestigiosos festivales como Fantasia, Busán y Sitges (film de clausura de la sección Noves Visions).
La valle dei sorrisi / The Holy Boy (Italia, Eslovenia/2025). Dirección: Paolo Strippoli. Elenco: Michele Riondino, Giulio Feltri, Romana Maggiora Vergano, Paolo Pierobon y Roberto Citran. Guion: Jacopo Del Giudice, Paolo Strippoli y Milo Tissone. Fotografía: Cristiano Di Nicola. Edición: Federico Palmerini. Música: Federico Bisozzi y Davide Toma. Duración:122 minutos. Estreno muncial en la Sección Oficial - Fuera de Competencia.
Que el cine italiano tiene una riquísima tradición dentro del terror no es a esta altura ninguna novedad, pero tampoco es tanto lo que de ese origen circula en los últimos tiempos dentro de un género en el que sin duda han sido referencia e influencia. Por eso, que la Mostra haya posado sus ojos en el nuevo film de Strippoli (codirector de La clásica historia de terror y realizador de Piove) tiene un mérito no menor.
Sergio Rossetti (Michele Riondino) es un alma en pena desde la muerte de su hijo y llega a Remis, un pueblo perdido en medio de un valle rodeado de montañas para trabajar como profesor suplente de gimnasia. Siendo él un ex campeón de judo, lo reciben como una celebridad, pero él está más interesado en beber todo lo que esté a su alcance en un raid autodestructivo que de enseñar algo.
La comunidad es llamativamente feliz para ser la misma que ha sufrido 15 años atrás, en 2009, una catástrofe: 46 personas murieron en un accidente ferroviario. La explicación llega recién iniciada la historia: el “niño santo” al que alude el título internacional es, en verdad, un adolescente quinceañero llamado Matteo Corbin (Giulio Feltri), quien tiene el poder de, a partir de un abrazo, “absorber” las tristezas, dolores y traumas que sufren aquellos con que se conecta. Claro que esos abrazos sanadores se convierten en una carga que van consumiendo al joven, que es explotado por su padre y los vecinos. De hecho, Sergio parece ser el único interesado en saber qué le pasa a Matteo y, al acercarse e intentar ayudarlo, se gana la enemistad del misterioso clan lugareño que no tiene demasiados pruritos en exponerlo y sacrificarlo.
La película se toma bastante tiempo en mostrar las características de esa sociedad cerrada, la dinámica del lugar y las crecientes perversiones (todos cargan con secretos, mentiras y heridas), y hasta para abordar una relación sentimental entre el recién llegado y Michella (Romana Maggiora Vergano), la dueña del bar al que acude Sergio para ahogar sus penas. Quizás el salto de ese relato cuidado a un desenlace (en verdad hay más de uno) construido a puro impacto sea un poco abrupto, pero el o los finales tienen todos los elementos que los cultores del género exigen de una típica historia de pueblo chico / infierno grande.
Con elementos que remiten a la literatura (y al cine hecho a partir de ella) de Stephen King, a Carrie, a Criatura de la noche (Let the Right One In), a La aldea e incluso ciertos aspectos propios de la fábula rural-religiosa de la exitosa película argentina Cuando acecha la maldad, La valle dei sorrisi resulta un film con tanto hallazgos que superan con holgura a los reparos más bien mínimos que puedan hacérsele. Será, por lo tanto, uno de los films del terror europeos que no solo más recorrerá el circuito de festivales sino que además puede tener un buen desempeño por las salas comerciales (en los cines de Italia se estrenará en breve). Este infierno pueblerino está encantador.
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