Crítica de “El tiempo de las moscas”, serie de Ana Katz y Benjamín Naishtat con Carla Peterson y Nancy Dupláa sobre novelas de Claudia Piñeiro (Netflix)

El romance artístico entre Netflix y la escritora Claudia Piñeiro tras El Reino, Elena sabe, Las viudas de los jueves (tuvo una reciente versión mexicana) y Las maldiciones continúa con esta miniserie de 6 episodios (basada en los libros Tuya y El tiempo de las moscas) que claramente va de menor a mayor hasta llegar a un convincente desenlace. Estrena el 1 de enero de 2026.

El tiempo de las moscas (Argentina/2026). Dirección: Ana Katz (3 episodios) y Benjamín Naishtat (3 episodios). Elenco: Carta Peterson, Nancy Dupláa, Valeria Lois, Osqui Guzmán, Diego Velázquez, Jimena Anganuzzi, Carlos Belloso y Diego Cremonesi. Guion: Gabriela Larralde, Nicolás Diodovich y Leandro Custo, basado en las novelas Tuya y El tiempo de las moscas, de Claudia Piñeiro. Fotografía: Yarará Rodríguez (3 episodios) y Manuel Rebella (3 episodios). Edición: Andrés Quaranta y María Astrauskas. Música: Christian Basso y Carlos Lucero (5 episodios), Leo Sujatovich (un episodio). Sonido: Martín Grignaschi. Dirección de arte: Ezequiel Galeano. Producción: Vanessa Ragone y Mónica D’Uva / Zona Audiovisual y Haddock Films. Duración total: 185 minutos (6 episodios). Disponible en Netflix desde el 1/1/2026.

E1: Hoy empiezo de nuevo. Dirección: Ana Katz. Duración: 32 minutos.
E2: Pena por envenenamientos. Dirección: Benjamín Naishtat. Duración: 34 minutos.
E3: Tu vida no termina acá. Dirección: Benjamín Naishtat. Duración: 37 minutos.
E4: No se investiga más. Dirección: Ana Katz. Duración: 27 minutos.
E5: Esto ya está robado. Dirección: Benjamín Naishtat. Duración: 28 minutos.
E6: El tiempo de las moscas. Dirección: Ana Katz. Duración: 27 minutos.

Menos de cuatro meses pasaron entre el estreno de Las maldiciones, thriller político con Leonardo Sbaraglia y Gustavo Bassani que tenía tres partes y una duración de dos horas, y el lanzamiento de El tiempo de las moscas, que cuenta con 6 episodios y una extensión de algo más de tres horas. Si en aquella primera miniserie el universo era sobre todo masculino y la dirección corrió por cuenta de Daniel Burman, en esta flamante propuesta las protagonistas (y la antagonista) son mujeres y la realización se repartió entre otros dos cotizados cineastas: Benjamín Naishtat y Ana Katz.

Inés (Carla Peterson) y Mariana, a.k.a. La Manca (Nancy Dupláa), son amigas y compinches a pesar de las diferencias sociales. La primera proviene de una familia burguesa; la segunda, de un universo más popular. Sin embargo, como ambas han compartido un tiempo tras las rejas, al salir de la cárcel es Mariana quien hospeda a Inés en su casa y la suma a su modesto pero activo negocio de control de plagas.

Entre las múltiples casas que les tocan fumigar, una tiene como dueña a Susana Bonar (Valeria Lois), una mujer adinerada que se muestra dispuesta a pagarles una fortuna si las protagonistas le consiguen un veneno letal ¿Para qué lo quiere? Esa será una de las tantas incógnitas que esta transposición sostendrá hasta casi el final de su metraje.

El tiempo de las moscas navegará siempre entre el género (construcción del misterio, el suspenso, la tensión) y la relación de empatía, solidaridad, complicidad y protección mutua entre las heroínas del relato. Mientras Mariana tiene un nódulo mamario que debe ser tratado de urgencia (Inés se ocupará de organizar e ir pagando el costoso tratamiento), su amiga debe cumplir con múltiples requisitos laborales y de vivienda para poder mantenerse fuera de prisión durante los dos años que le quedan de libertad condicional y Mariana le dará esas certidumbres.



Más allá de que la serie trabaja casi siempre en tiempo presente, habrá diversos flashbacks en los que conoceremos, por ejemplo, la enfermiza relación entre Inés y su marido Ernesto (Diego Cremonesi), así como la conflictiva situación de su hija Lali (Julia Dorto), el descenso a los infiernos del personaje de Petersen al estilo de Michael Douglas en Un día de furia o la forma en que las protagonistas se conocieron en la cárcel.

Con una dirección dividida y alternada (Katz filmó el episodio 1, el 4 y el 6; Naishtat, el 2, el 3 y el 5), El tiempo de las moscas arranca con algunas indecisiones, desniveles, situaciones un tanto forzadas, un registro actoral un poco exagerado, pero es cuestión de tenerle paciencia porque una vez que encuentra el tono, el registro y su impronta es una miniserie que funciona en los dos niveles principales en los que está planteada: el thriller y la reivindicación de la sororidad.

Osqui Guzmán como Rody, el primo de Mariana que colaborará en las “misiones” del dúo protagónico; Ricky (Diego Velázquez), como un ex abogado con inclinaciones espirituales que intenta ayudar a Inés; y Trini (Jimena Anganuzzi), la empleada doméstica de Bonar, son algunos de los personajes secundarios bien desarrollados dentro de un amplio elenco que incluye también en pequeños papeles a Susana Varela, Ezequiel Radusky, Rudy Chernicoff, Carlos Belloso, Lola Berthet, María Rosa Fugazot, Diego Gentile, María Marull, Ginette Reynal y hasta cameos de Julieta Laso (quien además canta dentro de la cárcel) y la autora Claudia Piñeiro (interpreta a una jueza).

Entre populares canciones de Babasónicos, Celeste Carballo y Soda Stereo, surge de manera demasiado recurrente la narración en off a cargo del personaje de Peterson en la que se plantean juegos de palabras y frases ingeniosas con metáforas, paralelismos y alegorías sobre las moscas y los comportamientos humanos. Ese recurso quizás funcione bien en términos literarios, pero no tanto en el terreno audiovisual, donde por momentos luce demasiado recargado y forzado.

De todas maneras, El tiempo de las moscas va construyendo a través de la sensibilidad y la mirada crítica (desde las miserias e hipocresía de la clase alta hasta el accionar de la prensa sensacionalista) un relato de creciente interés que seduce desde el humor y hasta con un espíritu propio del cine de aventuras a-la-Thelma & Louise con dos mujeres en busca de la libertad.