Críticas
Estreno en cines
Crítica de “Los Fabelman”, de Steven Spielberg
Ganador de los Globos de Oro a Mejor Película Dramática y Mejor Dirección, entre muchas otras distinciones, y nominado a 7 premios Oscar, el nuevo largometraje del realizador de Tiburón, Los cazadores del arca perdida, E.T. El extraterrestre, La lista de Schindler, Rescatando al soldado Ryan, Puente de espías y Amor sin barreras es el más autobiográfico de su dilatada y notable filmografía. El resultado artístico no pudo ser mejor a partir de una historia conmovedora sobre el amor en sus más diversas expresiones, incluido -claro- el que el realizador mantiene desde niño por el cine.
Los Fabelman (The Fabelmans, Estados Unidos/2022). Dirección: Steven Spielberg. Elenco: Michelle Williams, Paul Dano, Seth Rogen, Gabriel LaBelle, Jeannie Berlin, Julia Butters, Robin Bartlett, Keeley Karsten, David Lynch y Judd Hirsch. Guion: Steven Spielberg y Tony Kuschner. Fotografía: Janusz Kaminski. Edición: Michael Kahn y Sarah Broshar. Diseño de producción: Rick Carter. Música: John Williams. Distribuidora: UIP (Universal). Duración: 151 minutos. Apta para mayores de 13 años.
La infancia ocupa un lugar de privilegio en las películas de Steven Spielberg. En algunos casos de forma directa, con niños protagonistas y conflictos familiares en primer plano, como en E.T.: El extraterreste o El imperio del sol; en otros, como una fuente inspiración, plasmando intereses que el director cultiva desde que era chico, como son los films de Indiana Jones y casi todos sus acercamientos a la ciencia ficción.
Sin embargo, hasta ahora, Spielberg no había dedicado una película a contar la historia de su propia infancia y adolescencia. Los Fabelmans tienen un apellido distinto al del director, pero no hay ninguna intención de esconder que estos personajes de ficción están moldeados en base a su propia familia y que Sammy Fabelman es su alter ego.
La nueva película de Spielberg es una mirada honesta a las tribulaciones y alegrías con las que creció, pero mediada por un filtro de fábula. Tiene la lógica de los recuerdos de la propia vida, en donde el dolor por un hecho del pasado puede sentirse igual de punzante muchos años después y aún así estar teñido por la melancolía que genera esa época perdida y las personas que la vivieron junto a uno. Es una combinación extremadamente difícil de plasmar en la pantalla. Una jugada arriesgada y ambiciosa, con muchas posibilidades de fracasar… al menos que detrás de eso esté Spielberg.
Hay algo casi tonto y repetitivo en admirar la puesta en escena de uno de los cineastas contemporáneos más importantes. Pero la verdad es que Spielberg logra despertar esa admiración una y otra vez; dejando al espectador con la boca abierta como la primera vez que vio Tiburón, Encuentros cercanos del tercer tipo, Jurassic Park o Rescatando al soldado Ryan. Con Amor sin barreras demostró que podía hacer una película musical sobresaliente y un año después presenta un film íntimo y personal, con el mismo grado de sofisticación estética. Cada elección de plano y sus elementos, cada movimiento de cámara (esos acercamientos hasta un primer plano que tanto le gustan), el ritmo del montaje: todo tiene un sentido narrativo claro y busca una reacción del público, que por supuesto siempre consigue.
Spielberg volvió a convocar a varios de sus colaboradores habituales, entre ellos el compositor John Williams y el director de fotografía Janusz Kaminski, cuyos trabajos son clave en la construcción de una consistencia en su obra, aún con la diversidad de sus exploraciones temáticas y de géneros.
Tony Kushner tuvo la complicada tarea de escribir el guion sobre la propia vida de Spielberg junto con el director. El talentoso guionista de Lincoln y Amor sin barreras parece haber sido la elección acertada como mediador entre el recuerdo y las necesidades narrativas para convertirlo en una película. Es en especial destacable la forma en la que los guionistas manejan los cambios de tono, que van desde el humor desatado al drama familiar. Esos cambios se producen de una forma orgánica, dictados por la construcción precisa del punto de vista de Sammy, en constante transformación a medida que va creciendo y que ese idílico mundo familiar se va descubriendo como más complicado de lo que aparenta, aunque siempre amoroso.
El amor es un tema central de la película, desde el familiar hasta el romántico y ese siempre demandante que es la pasión por el cine. Cada uno de los personajes tiene que lidiar con la forma en la que sus sentimientos y los de los otros confluyen o chocan. Los distintos tipos de amor compiten entre sí y también se retroalimentan. En Los Fabelman queda claro que Spielberg creció rodeado de amor, aun en momentos difíciles como el final del matrimonio de sus padres. Y también que el amor por el cine fue una fuerza arrolladora, que se convirtió en mucho más que un escape de la realidad.
Las actuaciones de Michelle Williams y Paul Dano como los padres de Sammy están en un tono que se aleja del realismo para adaptarse a las necesidades particulares del punto de vista desde el cual se cuenta la historia. Los actores interpretan a personajes que ocupan una posición tan idílica como difícil de comprender para un niño como son sus padres. Williams, que se entrega con intensidad a su rol, y Dano, quien toma prestados gestos del propio Spielberg para su personaje, van calibrando sus trabajos a medida que la historia se va desarrollando y la humanidad de ambos queda en evidencia ante los ojos de Sammy.
Gabriel LaBelle tenía el desafío más complicado de todos: interpretar a Spielberg bajo la dirección de Spielberg. El realizador debería estar más que satisfecho con el trabajo del joven actor, que lleva adelante la película con soltura y navega con comodidad por todas las complicadas emociones, tan bien delineadas en el guión. LaBella convence al público de que en Sammy está el potencial de convertirse en Spielberg.
No es difícil inferir el cariño y cuidado con el que fueron elegidos cada uno de los actores secundarios que interpretan a la familia y amigos del director, que cumplen con creces su misión. A Seth Rogen le toca hacerse cargo de un personaje que resulta un poco opaco, solo porque así lo ve Sammy, y que pasa de ser el mejor amigo gracioso del padre al catalizador de la separación del matrimonio Fabelman. El legendario comediante Judd Hirsch se come la pequeña secuencia en la que aparece, interpretando a un tío excéntrico que llega a la casa y le habla a Sammy sobre lo que implica estar atado al arte para siempre. Jeannie Berlin le da un toque de humor ácido al personaje de una de las abuelas y Julia Butters, la niña revelación de Había una vez en Hollywood, interpreta a una de las hermanitas de Sammy, demostrando que su brillo en la película de Quentin Tarantino no fue casual.
Los Fabelman es una película muy conmovedora, no porque sea un efecto buscado de manera cínica, sino como una emoción genuina que surge cuando un enorme contador de historias narra su propia vida. Los temas sobre la familia y el matrimonio tendrán eco en la mayor parte del público; pero la forma en la que está planteada la relación de Sam/Spielberg con el cine es emotiva para los que admiran la obra del director y para quienes aman al cine en su totalidad. El realizador se dio el gusto de recrear los cortos en Súper 8 que hizo cuando era chico, con sus hermanas y compañeros de los Boy Scouts como reparto y equipo técnico; y en esas recreaciones, ahora con mayores recursos, se ve que nunca perdió el entusiasmo por filmar.
Asistir a la evocación de los inicios y la evolución de uno de los grandes directores de la historia, en una película hecha por él mismo, es una experiencia que pega directo al corazón cinéfilo. Tal como lo hace la última escena del film, repleta de humor, con un personaje inolvidable que es mejor no revelar, y cerrando con un chiste visual que resume lo que ya sabíamos: en lo que respecta al cine, Spielberg entendió todo.
Por qué y cómo suscribirse a OtrosCines/Club
Las suscripciones son la mejor manera para que las lectoras y los lectores apoyen directamente a los emprendimientos periodísticos independientes y ayuden a sostener un producto de calidad que mantiene el acceso a todos sus contenidos de forma gratuita.
¿Qué ofrece OtrosCines/Club a todos sus socios y socias?
-Cada viernes a primera hora reciben en su casilla de e-mail una cuidada y curada Newsletter con análisis de tendencias audiovisuales, festivales y novedades en el universo de los cines y el streaming.
-Acceso sin cargo adicional a las últimas 20 newsletters exclusivas.
-Antes de cada fin de semana les llegan a sus celulares recomendaciones en audio y en texto de películas y series a través de nuestro canal de WhatsApp.
-Pueden acceder a tres meses sin cargo en la prestigiosa plataforma de streaming MUBI, especializada en cine de autor y calidad.
-Sorteos de entradas para cualquier película, en cualquier día y horario, en cualquiera de los complejos de la cadena Multiplex.
-Descuentos durante todo el año a nuestros cursos y talleres, además de otros beneficios que comunicamos cada mes.
¿Qué tipos de suscripciones a OtrosCines/Club están disponibles vía Mercado Pago?
SUSCRIPCIÓN ESTÁNDAR: 400 pesos mensuales.
Suscribirme
SUSCRIPCIÓN MAX: 700 pesos mensuales.
(Se enviarán contenidos en video y en textos de forma anticipada y/o exclusiva, habrá descuentos adicionales en nuestros cursos y talleres, y prioridad en el acceso a nuestras actividades).
Suscribirme
MAS INFORMACIÓN:
Por cualquier duda nos pueden escribir a nuestro correo electrónico: OtrosCinesClub@gmail.com
COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



CRÍTICAS ANTERIORES
Esta transposición de la segunda novela de Camila Sosa Villada, publicada originalmente en 2019 y reeditada en 2023, cuenta con la propia autora como coguionista y protagonista y con coproductores como los mexicanos Diego Luna y Gael García Bernal. Tras su estreno mundial en el Festival de Chicago, donde ganó dos premios, y sus pasos posteriores por las muestras de Morelia y Gijón, se presentó en la Competencia Argentina del BAFICI (obtuvo tres reconocimientos) y ahora llega a las salas comerciales de nuestro país.
El director de Días de vinilo, Casi leyendas, la serie Todos contra Juan y el documental Los Knacks: Déjame en el pasado construye una tragicomedia ambientada en el mundo del vino y con algunos elementos románticos y fantásticos. Tras su paso por el Festival de Málaga, esta producción en la que participa el gigante Amazon Prime Video (con su estudio MGM), llega a más de un centenar de salas argentinas el 1º de mayo.
-Coproducido por Albert Serra, el nuevo film del director de No Rest for the Braves / Pas de repos pour les braves (2003), The King of Escape / Le roi de l'evasion (2009), El desconocido del lago / L'inconnu du lac (2013), Rester vertical (2016) y Viens je t'emmène (2021) propone una brillante mixtura de thriller, drama pueblerino y comedia picaresca.
-Este especial incluye una crítica, una videoreseña junto a Manu Yáñez y una entrevista al director francés.
El muy demorado estreno del más reciente film del director galés especializado en coreográficas escenas de acción se ubicó como lo más visto de la N roja ya desde su primer día en la plataforma.
REPRODUZCO COMENTARIO REALIZADO EN LA RESEÑA DEL FESTIVAL DE TORONTO Steven Spielberg(n. 1946), siendo uno de los grandes directores del cine de Holywood, se tomó su tiempo para filmar una película sobre cómo se despertó su pasión por el cine en un entorno familiar donde todo parecía ser amor y felicidad hasta que en algún momento dejó de serlo La película toma elementos de la vida de Spielberg desde los seis años de edad hasta el fin de la adolescencia y puede decirse que tiene dos partes diferenciadas porque en un principio parece que en la familia Fabelman compuesta por sus padres (Paul Dano y Michelle Williams) y las tres hermanas de Sam (interpretado en la adolescencia por Gabriel LaBelle) no hay espacio para no poder ser feliz hasta que en filmaciones caseras el joven descubre una relación secreta que lleva a una desestabilización de ese núcleo familiar comenzando la parte dramática. La película está muy bien filmada pero en la segunda mitad se estira más de la cuenta cuando se introduce de manera poco adecuada el tema del buylling que sufre Sam en la escuela por ser judío, dispersándose del conflicto principal que es mucho más interesante. Más allá de algunas críticas que se hagan de esta película ubicándola por debajo del mejor cine de Spielberg el resultado final es más que aceptable por los momentos de emoción genuinos y por las excelentes actuaciones de Williams, Dano y LaBelle. Merece ser vista (7/10) .
La película es muy buena pero el guión no me terminó de convencer, creo que es la pata floja. No el argumento en sí, sino los diálogos, las caracterizaciones de muchos personajes, la obviedad de algunas situaciones, lo arbitrario de otras. No es casual que el guionista sea el mismo de otros films de Spielberg que no me entusiasmaron demasiado, aunque Los Fabelman sea, es cierto, un poco mejor. El trabajo del director irreprochable, pero de sus ultimas películas me quedo con Ready Player One, The Post o Puente de Espías.