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Crítica de “The Night Of”: Por qué es LA miniserie del año
Steven Zaillian y Richard Price concibieron para HBO una joya sobre los vericuetos de la Justicia, el racismo, la violencia y lo más recóndito de la condición humana.
La BBC suele regalar varias perlas, sobre todo en el terreno del thriller psicológico. Una de ellas fue Criminal Justice, creación de Peter Moffat que, con dos temporadas de cinco episodios cada una, cautivó a los británicos entre 2008 y 2009. Para The Night Of el notable escritor y guionista Richard Price y el cotizado guionista Steven Zaillian (aquí también director de siete de los ocho capítulos, ya que el restante lo filmó James Marsh) se basaron en el primero de esos dos años y no sólo estuvieron a la altura del original sino que incluso lo mejoraron. Es cierto que Criminal Justice es un poco más sutil, pero en el terreno visual, de la puesta en escena y de las actuaciones la miniserie de HBO resultó todavía más fascinante.
Más allá de las inevitables y odiosas comparaciones (el proyecto británico protagonizado por Ben Whishaw no tenía tanto énfasis en la cuestión étnica), lo cierto es que The Night Of demostró, una vez más, que -pese a los indudables avances de sus rivales de Netflix, Amazon, Hulu y un largo etcétera- cuando produce televisión de calidad, propuestas para un público adulto, HBO todavía resulta imbatible (en 2014 había presentado True Detective y The Leftovers; en 2015, Show Me a Hero y The Jinx).
The Night Of está dividida en varias subtramas que luego -producto de una narración que va y viene en el tiempo con múltiples flashbacks- se van entrecruzando. En el inicio vemos a Nasir 'Naz' Khan (el inglés Riz Ahmed), un joven estudiante de origen paquistaní de clase media de Queens, salir hacia una fiesta nocturna en Manhattan a bordo del taxi de su padre (al que no le avisa). Tras rechazar a varios pasajeros (no puede apagar el cartel de “en servicio”), se sube una bellísima joven llamada Andrea Cornish (Sofia Black-D'Elia): paseos, alcohol, drogas, juegos de seducción, encuentro sexual y el protagonista se despierta en la cocina de la casa de ella. Cuando sube a cambiarse y a despedirse, la encuentra con el cuerpo ensangrentado (22 puñaladas nada menos). Huye, regresa al lugar, vuelve a escapar, es interceptado por la policía y cuando lo registran en la comisaría encuentran en su poder el cuchillo del crimen. Para el detective Box que investiga el caso y está a punto de jubilarse (un excelente Bill Camp) y la veterana fiscal Helen Weiss que encabezará el juicio (la no menos notable Jeannie Berlin) quedan pocas dudas de que él es el culpable.
Tras exponer los sangrientos hechos con no pocos toques de perversión, The Night Of se ramifica hacia la dinámica familiar de Naz (aquí entra a jugar la creciente xenofobia de la sociedad estadounidense); los enredos respecto de qué abogado se ocupará de la defensa; las crudas experiencias de nuestro antihéroe dentro de la cárcel mientras aguarda el proceso; y, claro, la investigación del caso y el juicio final. La serie funciona muy bien en prácticamente todos los terrenos, aunque sin dudas quien se lleva todos los laureles es John Turturro (reemplazó a último momento al fallecido James Gandolfini, que llegó a filmar el piloto), como Jack Stone, un patético abogado con algo del Saul Goodman de Bob Odenkirk y otro tanto de Columbo de Peter Falk.
Stone es un manojo de nervios, traumas, fobias, depresiones, infortunios y miserias. Con una familia escindida y los magros ingresos que consigue atendiendo siempre casos menores, este auténtico perdedor apenas puede caminar porque sus pies están llenos de eczemas (va a las audiencias en chancletas y, cuando en determinado momento, logra calzarse unos zapatos la alegría del espectador es suprema). Defender un caso de estas dimensiones (que incluso despierta un fuerte interés mediático) puede cambiar su carrera, pero en escena también entra una joven, atractiva y ascendente abogada, Chandra (Amara Karan), que pronto le quitará protagonismo. La dinámica entre el “impresentable” veterano de mil batallas y la inexperta pero “perfecta” Chandra es uno de los puntos fuertes de la serie.
En ese sentido, otro de los mayores hallazgos de The Night Of es la profundidad e inteligencia con que va construyendo la psicología de los distintos personajes: hasta los más secundarios tienen sus matices, sus contradicciones, su nobleza y sus dobleces. Aquí nadie es del todo bueno ni un monstruo definitivo. Como la vida misma, bah.
Si bien hay aspectos de The Night Of que no se lucen tanto (como las internas “tumberas” en Rikers Island), Price y Zaillian nunca pierden la elegancia (apuestan a una exquisita estética noir), nunca dilapidan la tensión, el suspenso ¡ni el humor! y saben cómo ir dosificando la información hasta llegar a un último episodio en el que todo quedaba abierto para múltiples y disímiles resoluciones.
Tratado moral sin moralina, crítica a los abusos e injusticias sin bajada de línea, reivindicación de los perdedores sin revanchismo ni exaltaciones, The Night Of es un ejemplo de rigor, austeridad, inteligencia y talento. Características que muchas veces se encuentran de forma separada en distintas series, pero que aquí se combinan para un trabajo insoslayable e inolvidable.
PD: ¿No les gustaría un spinoff con el personaje de Turturro manejando diversos casos? Sería una buena “competencia” para Better Call Saul.
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Brillante la trama de la serie. Turturro encarna al abogado que, pese a su aspecto desaliñado e interesado en lo material, termina descubriendo su costado humano (el gato) y desinteresado (no cobra sus honorarios)Quedan al final algunas incognitas. Que pasó con el taxi? Que pasó con el romance de la abogada hindú y Naz? Naz continua con las drogas?
Excelente, económica: no sobra ni falta nada para contar dos transiciones de vida: la iniciación, en primer plano (Naz); la vejez, como fondo (Box). Hay sugerentes cabos sueltos: no sabemos qué camino tomará Naz, y por qué el detectiva Box no cuenta el resultado de su pesquisa. Quizás a ambos basta saberse íntimamente conformes consigo mismo: es inocente, uno; es un buen detective el otro. Turturro, maestro, es quien reúne la figura de un interior amoroso bajo apariencias desagradables.
Me puedo considerar una persona que le encanta el Mundo de la TV, series y peliculas de diferentes ambientes, el carcelario y temas de encierro llaman mi atencion, esta serie es fenomenal, siempre te deja la sensacion de incertidumbre de inocencia o culpavilidad de NAZ, de las caretas que las personas utilizamos en libertad y las que somos capeces de sacar a flote en el encierro lo adaptable que podemos ser para sobrevivir, la forma como es manejado el caso en los tribunales lleno de vacios policiales y de investigacion del sistema de Justica, deja mucho que pensar, es una extraodinaria version del mundo real al cual estamos sujetos. Me encantaria volver a ver a John Turturro en ese personaje. Es una serie extraordinaria.
A la fiscal (a la actriz que hace de, entiéndase) la reencontré como idische mame en Café Society. Y parece haber nacido para ambos roles.
Me interesó la miniserie por la nota, pero voy a ver la versión británica, que siempre es mejor.
La serie logra instalar la duda sobre la objetividad de los procesos judiciales. El resultado al que llega el jurado no es casual y las certezas que le quedan al espectador tampoco. El resto es la forma (genial) que complementa el fondo. Por lo menos asi lo veo yo, decia Nimo.
Ahora entendí por qué Gandolfini figura como productor ejecutivo. Más allá de la resolución del caso, que puede cerrar o no, me interesó muchísimo la evolución de los personajes. Nazir se convirtió en un verdadero tumbero adaptándose prácticamente a todos los excesos propios de un lugar así. Cómo se transmiten los climas que genera entrar a la cárcel y no saber qué te espera, como va a ser como sobrevivir... Cómo cada personaje termina mostrando facetas totalmente disociadas que obviamente sorpréndeme. Yo creo que el drama carcelario permitió mostrar un lado más oculto de Nazir que hasta en algún momento hace dudar de su autoría criminal!!! Brillante
Muy buena serie y muy oscura, el ultimo capitulo deja una sensacion muy rara, incomoda, creo que me paso lo mismo con Show Me A Hero que tambien fue notable. Coincido con el comentario anterior agregaria Olive Kitteridge, con una brillante Frances Mcdorman.
Hermosa y a la vez desoladora experiencia estos 8 caps. Me paso antes de ver el final que no sabía por donde cerrarían la historia, y creo que ese no saber era justo el final. Notable una vez más HBO. Turturro calza perfecto en ese personaje pero siento que el motor y que hace más creíble la serie es Riz Ahmed. Me encantaría que la serie el próximo año se lleve todos los premios posibles, pero dudo. Ah y como dato agrego a la lista de notables de los últimos años de HBO a Olive Kitteridge.
Coincido, Diego. Pero quiero poner énfasis en dos cosas: el drama carcelario entre el 3er. y el 7mo. capítulo no enriqueció la trama, aunque habilitó el desarrollo del personaje de Naz, haciendo comprender su evolución. Y el último capítulo es brillante, justifica la miniserie entera.