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Crítica de La patota, de Santiago Mitre (Semana de la Crítica) + Videoentrevista
Reseña de la esperada nueva película del director de El estudiante y una breve charla en video.
-La patota (Argentina-Francia-Brasil, 102’), de Santiago Mitre (Semana de la Crítica) ★★★★✩
La primera escena de La patota (un plano-secuencia de ocho minutos) podría ser perfectamente la continuación de El estudiante. Claro que no se trata de una asamblea universitaria sino de la charla (igual de descarnada y llena de cínicas chicanas) entre un influyente juez (Oscar Martínez) y su hija Paulina (Dolores Fonzi), que ha decidido abandonar su promisoria carrera judicial (abogada con doctorado) para embarcarse en un proyecto como maestra rural en la zona más profunda y desfavorecida de Misiones para dictar unos talleres de formación política. ¿Cuáles son los motivos que llevan a una mujer brillante, moderna e independiente a dejarlo todo y emprender un viaje en semejantes condiciones? ¿Acto de rebeldía, voluntarismo, militancia, hartazgo frente a una vida demasiado previsible? El diálogo (in)tenso entre padre-hija deja en claro que las contradicciones generacionales, los muy diferentes puntos de vista de cada personaje y los postulados de la corrección política estarán en el centro del debate, provocando y obligando al espectador a que se replantee una y otra vez sus convicciones, sus certezas.
Porque La patota es no sólo una película política al igual El estudiante sino también una propuesta incómoda, capaz de dejar perplejo al espectador ante cada uno de sus conflictos (muchos de ellos extremos), pero también por cómo los personajes (sobre todo el de Paulina) absorben y reaccionan frente a los hechos que enfrentan. Así, por momentos, uno está más cerca del “reaccionario, conservador y resentido” (sic) del padre que de la chica joven, bella y feminista.
Inspirado en el clásico de Daniel Tinayre con Mirtha Legrand (hay algunas semejanzas generales, un par de tomas en “homenaje” y una locación principal –un edificio no terminado y abandonado– que se repite), el film de Mitre coescrito con Mariano Llinás desarticula la veta más religiosa del original para convertirse, en cambio, en un desafiante ensayo sobre las convicciones más intelectuales que místicas. ¿Cómo reaccionar frente a un hecho tan duro como una violación seguida de embarazo?
La patota se arriesga con un juego pendular en el que podemos empatizar con y a los pocos segundos rechazar por completo a Paulina (a sus decisiones, a sus acciones y a sus omisiones). ¿Se trata de una necesidad íntima de perdonar o aceptar una desgracia por culpa, lástima o compasión ante las profundas injusticias sociales y las diferencias de clase? Cuando para ella se abre un abanico que podría ser más tranquilizador (un aborto, ayuda profesional y el castigo a los culpables de semejante acto de violencia y humillación) la película se torna cada vez más inquietante y desafiante para el público con dilemas éticos y morales que, otra vez, remiten a la mencionada El estudiante.
Más allá de algunos pasajes donde el uso de la cámara en mano pegada a los personajes (un recurso bien dardenniano) transmite la precariedad y urgencia de la situación y del buen aprovechamiento de las locaciones naturales, La patota es, sobre todo, una película de actores. Sobre ellos (especialmente sobre la heroína/mártir que interpreta Fonzi, pero también sobre las contundentes apariciones de Martínez) descansa y se sostiene la potencia dramática –y por momentos emocional– de un film que desperdicia un poco a los personajes secundarios (los integrantes de la patota, el ex novio de Paulina que interpreta Esteban Lamothe) y que tiene algunas escenas (y varios diálogos y usos de la voz en off) que resultan demasiado forzados y didácticos, como para justificar exclusivamente ciertas vueltas de tuerca o reacciones posteriores.
De todas maneras, más allá de esos pequeños pasajes que le quitan un poco de fluidez y credibilidad al relato, La patota resulta una película audaz e inteligente (maneja muy bien las diferentes lógicas de cada personaje), características que en el cine industrial (porque esta apuesta está alejada de los estándares de la producción independiente de bajo presupuesto) no abundan. “La patota” de Mitre, Llinás y compañía lo hizo de nuevo…
Aquí una videoentrevista a Mitre:
Y el teaser de la película:
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Puedo opinar muy poco de cine, porque mi mejor situación es el de ser espectadora con ciertas aptitudes dadas por los años de amar y ver películas e interesada firmemente por el lenguaje audiovisual. Pero sí advertir que la historia que quieren contar Mitre-Llinás es muy valiente, ello a contrapelo de las anteriores opiniones que si bien son correctas políticamente e intentan atribuir al film un carácter antiderechos se quedan en la crítica panfletearia. Todo lo contrario creo, la película exuda mayores cuotas de feminismo que cualquier otra de estos tiempos. Una mujer - en el caso el personaje que interpreta Dolores Fonzi- decide hacer, después de vivir una tragedia de las peores, lo QUE QUIERE. Y no le importa lo que le diga la justicia, su familia, su pareja, la sociedad. Quiere hacer lo que cree, que es en el caso vincular la situación de abuso vivido con contextos marginales y sociales que, para ella, lo originan, y de ese modo apartarse del lugar de víctima. No se si el abuso y la marginalidad se vinculan, yo creo que no, pero parte de la lucha feminista es también soportar la cosmovisión que una mujer como la del personaje tiene con una tragedia y respetar sus decisiones, aunque no nos gusten. Por más películas que nos interpelen como esta. Gracias al director y guionista por esta visión contada desde lo cinematográfico.
En pocas palabras me parece despreciable . Si la idea era querer mostrar una realidad, me parece que está mal hecha. Coincido con el comentario de arriba que dice que mezcla la justicia social con un delito tan grave como es una violación. No solo el mensaje termina siendo confuso sino que desestima la lucha de las mujeres, las re victimiza y las pone en un lugar desagradable en donde defienden los delitos desde vulnerabilidad como si eso justificara los actos. En un país donde la justicia no hace lo que tiene que hacer y tenemos miles de víctimas de violencia de género todos los dias no se puede transmitir un mensaje tan pobre como el de no pedir justicia por compasión a un delincuente. El final debería haber sido otro. Tenemos que seguir insistiendo y educando para que situaciones así no sucedan. Ni siquiera me parece que sea una película transgresora si eso es lo que se buscaba. No tiene remate. Lo único que me dejó fue bronca. Bronca de que una víctima no quiera hacer valer sus derechos ni los de las demás mujeres. Partiendo de la base que su violador está suelto y que puede hacerse lo a otras personas. Si no lo haces por vos, mínimamente hacelo por las demás mujeres. Un asco este film.
Me pareció una película totalmente básica y maniquea, con personajes que responden a todos los clichés conocidos: el juez, reaccionario y conservador, la hija rebelde sin causa, la patota de violadores, pobrecitos, justificados por su condición social de pobres sin educación. La insufrible protagonista, aspirante a heroína, empeñada en tener un hijo fruto de una violación como si eso fuera a cambiar en algo las cosas. En fin, como dice un comentario previo, todo un retroceso en el abordaje del tema de la violación, sus consecuencias y penalización. Insoportable Dolores Fonzi, impertérrita a lo largo de toda la película. Un tema que podría haber dado para mucho más. Un desperdicio.
Mala pelicula malisimo mensaje pesimo y despreciable .Definitivamente esperaba otro final pense que al final ella reaccionaria y abortaria y se haria justicia ese niño que sale de una violacion tiene mas del 80% de posibilidades que salga un delincuente nunca conocera a su padre y cuando se entere la verdad sera un renegado Hay un buen libro que se llama frekonomicos de unos norteamericanos que habla entre otras cosas comp descendio la delincuenvia en eeuu y dice el que una puta drogadicta inicio el movimiento pro aborto cuando es violacion y se aprobo a pattir de alli la estadistica luego de 20 años desecendio la delincuencia porque segun el.libro solo venian al mundo los niños deseados programados y aunque luego se puedan separar saben quienes son sus padres La chica actriz me parece hermosa y hubiera querido verla en otro papel y con mejor final
Lei las críticas en donde ponderan la primera escena (plano secuencia de 8 minutos). No es mas ni menos que un diálogo que se puede desarrollar en teatro. Si en eso está la clave para entender la película (la rebeldía de Paulina) , está bastante fracasado el intento. Es verdad que solo una mujer que ha sido violada puede entender lo que se vive, mas alla de la negación inicial, luego el intento de buscar a su violador para "hablarle", defendiendolo cuando el padre le hace ver que puede volver a violar.. Es una patada a la inteligencia. Por las actuaciones Martinez impecable como siempre, en cambio Fonzi no transmite nada. Ni siquiera apatía. La nada misma....
Me pareció mala película. Lenta, aburrida, sin argumento lógico. No deja nada. Mitre... muestra la decadencia del cine en este tiempo.
Vergüenza de ver como ha sido elogiada una película que mezcla, justicia social con violación, es no entender el trauma , es una ofensa a quienes han sufrido esta agresión, un violador es un violador sea rico,pobre, analfabeto o magistrado, es desconocer la lucha que damos las mujeres por evitar la agresión de genero y desconocer la campaña que debemos dar por que sean denunciados estos hechos, ver esta película es como retroceder en los tiempos
"Libertad es, apenas, el movimiento que nos permite la cadena que nos sujeta a la Ley". De lo contrario se trata éste pastiche seudoprogre. De lo suelto (loco). Una 'abogada exitosa' jugando a la maestra les explica los derechos humanos (Ley) a quienes la violarán (a ellas: Paulina y la Ley) (artículo 119)... pero a la violada se le suelta la cadena, y se sitúa por encima de la Ley... Ignoro si los 'escritores' lo hicieron de puro genios, o si la escena de Oscar Martinez le salió de buen actor... o si el padre lloró por haberse estructurado como sujeto, al pedo, si el incesto es gratis.
<p>Feminista, bien sûr.</p>
<p>Por lo que decis parece que el talento y la creatividad de Mitre y Llinas ha prevalecido por lo que habia sido un proyecto por encargo y convertirlo en una obra con capacidad de interpelaciòn y potencia como acostumbran lograr en el desarrollo de sus guiones y realizaciones.</p> <p>Cuando se dio a conocer la idea me permitì - en esta misma pàgina- efectuar una serie de reflexiones sobre la sorpresa que la idea me habia generado.</p> <p>Ahora me parece que el probable mimo o gentileza a \"la señora\" pudo convertirse en una gran obra cinematogràfica, no solo por los medios econòmicos que pudieron colectarse, sino porque la indole del tema hizo que Mitre se apropiara de la historia; es posible pensar que esta pelicula pueda traccionar futuros proyectos con disponibilidad de medios similares y como en este caso, aptos para un necesario debate sobre aspectos politico-sociales que tenemos adormecidos o cristalizados</p>