Festivales

Crítica de “El nacimiento de una nación”, de Nate Parker (Nuevos Autores)

Ganadora del Gran Premio del Jurado y del Público en el Festival de Sundance, la ópera prima de Parker demuestra que la corrección política muchas veces le gana al arte en la consideración crítica.

Publicada el 25/11/2016


Cuando se estrenó en Sundance muchos medios aseguraron que The Birth of a Nation tenía medio Oscar en el bolsillo, a los pocos días arrasó con los dos principales premios del festival y fue adquirida por Fox Searchling en 17,5 millones de dólares (la película había costado 10 millones).

Luego llegó la controversia mediática (la publicación de que Nate Parker había sido acusado en 1999 de violar a una chica de 18 años que luego terminó suicidándose) y El nacimiento de una nación pasó de ser la película que todos querían ver a la que nadie quería ni siquiera tener cerca. Ya no figura como candidata firme a ningún premio y todos le han dado la espalda. La maquinaria de Hollywood y los medios en todo su “esplendor”... Ya les pasó a, por ejemplo, Woody Allen y Roman Polanski (muchos no les perdonan los conflictos en sus vidas privadas), pero Nate Parker no tiene ni siquiera el talento de esos u otros denostados colegas.

¿Es El nacimiento de una nación una mala película? No. Tiene una narración bastante competente -sobre todo en su primera mitad-, una fotografía de Elliot Davis que es portentosa, buenos actores (el propio Parker hace una digna interpretación de Nat Turner, el predicador que encabezó en 1831 en Virginia la mayor rebelión de esclavos que terminó con 60 poderosos blancos asesinados y luego con 200 negros descuartizados como represalia), pero está revestida de una auto-importancia y cae tantas veces en el subrayado que el resultado final está bastante lejos de sus pretensiones. La última media hora es intolerable y algunos planos (como uno que destaca el amor entre Turner y Cherry con vela de fondo u otro con una lágrima corriendo por el rostro de un esclavo traidor) son risibles en su cursilería.

William Styron, en su libro The Confessions of Nat Turner (1967), describió al predicador como un psicópata; para Parker, en cambio, es un héroe con características casi divinas que lo asemejan a Jesús. No tengo los más mínimos conocimientos históricos como para saber quién está más cerca de la verdad, pero lo concreto que el personaje cinematográfico resulta demasiado unidimensional.

La película -una cruza entre la violencia extrema de Quentin Tarantino en Django sin cadenas y la mirada políticamente correcta de la oscarizada 12 años de esclavitud, de Steve McQueen- tuvo en principio demasiados elogios para sus verdaderos atributos artísticos y luego demasiados ataques para un caso policial que terminó siendo desestimado por la Justicia. Su lugar justo es la medianía intrascendente. Allí es donde pertenece.





COMENTARIOS

  • SIN COMENTARIOS

DEJÁ TU COMENTARIO


FESTIVALES ANTERIORES


Todos los premios - #BAFICI2025
OtrosCines.com

-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.

LEER MÁS
Críticas de “The bewilderment of chile”, de Lucía Seles, y “Lo deseado”, de Darío Mascambroni (Competencia Argentina) - #BAFICI2025
Diego Batlle

El nuevo film de Seles ganó el Premio Especial del Jurado de la competencia dedicada a lo nuevo del cine nacional.

LEER MÁS