Recomendaciones de cine latinoamericano: “Marea alta” (Cine.Ar Play), “Monos” (Netflix) y “Ya no estoy aquí” (Netflix)
La producción latinoamericana va llegando de forma creciente a las plataformas de streaming. En esta oportunidad, destacamos una película argentina que tuvo su estreno en Sundance 2020, una mayoritariamente colombiana que viene de un amplio recorrido en festivales y una joya de Fernando Frías de la Parra que tuvo un fugaz paso por la Sala Leopoldo Lugones.
Estreno
30/11/-0001
Publicada el 30/05/2020

-Marea alta / High Tide (Argentina/2020). Guion y dirección: Verónica Chen. Elenco: Gloria Carrá, Jorge Sesán, Cristian Salguero, Mariana Chaud, Camila Fabbri y Héctor Bordoni. Fotografía: Fernando Lockett. Música: Juan Sorrentino. Edición: Leandro Aste. Dirección de arte: Mirella Hoijman. Producción: Esteban Mentasti y Hori Mentasti. Productoras: Vega Cine, Buffalo, Prisma y La Mayor. Duración: 106 minutos. Disponible en Cine.Ar Estrenos (30 pesos) ★★★★✩
Parece que el tema de las diferencias sociales y las muchas veces complejas relaciones entre ricos y pobres que derivan luego en auténticas luchas de clase está de moda. No es que el cine argentino no lo haya abordado hace ya bastante tiempo (basta recordar títulos como Buena Vida Delivery y Los dueños) o que el cine europeo esté ajeno a la cuestión (las filmografías de Michael Haneke y Ulrich Seidl son buenas muestras de ese interés), pero -con la coreana Parasite a la cabeza- las profundas desigualdades y las miserias del capitalismo salvaje han regresado con fuerza a los primeros planos.
Por esos terrenos pantanosos se mueve también Marea alta, una exploración desafiante y nada complaciente (incómoda diría) de la sexualidad femenina, el machismo, los privilegios de clase y la fluctuante dinámica del poder.
La protagonista del nuevo film de la directora de Vagón fumador, Mujer conejo y Rosita es Laura (Gloria Carrá), una editora literaria de holgada situación económica que viaja sola (su marido y sus hijos se quedan en Buenos Aires) y fuera de temporada a su hermosa casa de veraneo ubicada en medio de un balneario boscoso para supervisar la construcción de un quincho.
En una noche con demasiadas copas de vino tinto y baile relajado termina manteniendo una relación sexual con Weisman (Jorge Sesán), el maestro mayor de obra, y a la mañana siguiente ambos son descubiertos por los dos albañiles contratados: Toto (Cristian Salguero) y Hueso (Héctor Bordoni). Más allá del malestar que provoca la situación, la autoridad de ella ante los empleados queda completamente desvirtuada y estos dos hombres -sobre todo cuando Wisman se ausente- se irán tomando cada vez más libertades y atrevimientos. Ella comenzará a sentirse cada vez acorralada, intimidada, invadida (sí, el aura de la paranoia hanekeana está otra vez presente) e irá refugiándose en su habitación.
Con sus composiciones geométricas y estilizadas (cada encuadre parece estar milimétricamente calculado) la película por momentos parece ceder a cierta frialdad y artificialidad, pero con el desarrollo de la historia las vivencias (contradicciones) íntimas de Laura empiezan a aflorar y a calar cada vez más hondo.
¿Cómo lidiar con estos hombres sin convertirse en una patrona despótica? ¿El hecho de ser mujer, de ser la dueña de casa y la patrona que paga el trabaja habilita a ciertos comportamientos tiránicos? ¿Cuánto hay de disfrute sádico-masoquista en una situación así? ¿Cuáles son los límites para una mujer madura que tiene confianza en sí misma, una fuerte autoestima y ganas de satisfacer sus deseos? Todos estos interrogantes (y muchos otros) asoman en un thriller psicológico intimista (de cámara), pero al mismo tiempo oscuro y feroz, que plantea inquietantes preguntas en tiempos en los que el cine se ve (se siente) obligado a dar respuestas. Los dilemas éticos y morales están siempre presentes en Marea alta, pero Chen no pretende hacérsela fácil a su público. Cada espectador/a deberá sacar sus propias conclusiones. DIEGO BATLLE

-Monos (Colombia-Holanda-Alemania-Argentina-Estados Unidos-Uruguay-Dinamarca-Suecia-Suiza, 102'), de Alejandro Landes. Disponible en Netflix ★★★★✩
Tras pasar recientemente por los festivales de Berlín, Sundance, Cartagena, BAFICI y muchos otros, Landes (Porfirio) plantea una ¿apócrifa? guerrilla en la que un grupo de chicos -cinco hombres y dos mujeres- alojado en un refugio de montaña mantiene cautiva a una ¿diplomática? norteamericana. Nada está del todo claro aquí, y ese es uno de los méritos de esta enigmática y vibrante película. Los lineamientos militares a seguir llegan por parte de un superior que los visita cada tanto, pero lo cierto es que estos jóvenes tienen sus propias reglas y cabecillas.
El romance entre dos de ellos y un suceso alrrededor de una vaca que cuidan radicalizarán cada vez más la postura del grupo, que se mueve entre la disciplina castrense y la ley de la selva (justamente uno de los escenarios donde transcurre el último -y fatal- tramo del film). Con una fotografía notable y rasgos de Los salvajes, del argentino Alejandro Fadel (no faltan pasajes oníricos), Monos resulta una propuesta tan provocadora y extrema como estimulante. HERNÁN CORTÉS

-Ya no estoy aquí (México-Estados Unidos/2019). Guion y dirección: Fernando Frías de la Parra. Elenco: Juan Manuel García Treviño (Derek) y Xueming Angelina Chen. Fotografía: Damián García. Edición: Yibrán Asuad y Fernando Frías de la Parra. Duración: 105 minutos. Disponible en Netflix ★★★★✩
El director de
Rezeta y de la elogiada serie de HBO
Los Espookys se centra en su segundo largometraje en la historia de Ulises Samperio, un adolescente de 17 años que vive en las colinas de Monterrey e integra (lidera) Los Terkos, un grupo que combina la cultura Cholo con su amor por la vieja música colombiana y su pasión por el baile. Tras la muerte de su hermano y en medio de unos violentos enfrentamientos entre pandillas dedicadas al tráfico de drogas, se ve obligado a huir de urgencia y radicarse en la no menos decadente zona de Jackson Heights, en el Queens neoyorquino.
Mientras añora su tierra, a sus amigos, a su música y a su danza, nuestro querible antihéroe (siempre con vestimentas y peinados extravagantes) comienza a comunicarse de a poco (él no habla una palabra de inglés) con Lin, una inmigrante de 16 años de origen chino que se siente atraída por el particular universo personal de Ulises.
Entre pegadizas cumbias y vallenatos, bellas coreografías de baile y una sensibilidad que le permite eludir el pintoresquismo, el guionista y realizador Fernando Frías de la Parra concibe una película de iniciación, de desarraigo y desamparo en un mundo globalizado, multicultural y cosmopolita que en ciertos momentos puede ser fascinante, pero en muchos otros resulta hostil, sórdido y desgarrador.
DIEGO BATLLE(Esta reseña fue publicada previamente en el diario
La Nación del 27/2/2020)

Toda la información sobre OtrosCines/Club y cómo sumarse a nuestra comunidad cinéfila
Una mujer madura casada y con dos hijos adolescentes está sola, fuera de temporada, en una elegante casa cercana al mar de la costa bonaerense.En su casa en obra se relaciona con tres hombres como el encargado de obra y con dos peones. Tras una aventura sexual con el encargado se genera una situación de tensión creciente con los dos peones que saben lo que pasó y comienzan a incomodarla invadiendo continuamente su casa Con algunos apuntes de clase de película de Chabrol esta suerte de PARASITE criollo es una película que reflexiona sobre el poder, la sexualidad femenina, el machismo y el sálvese quien pueda a lo largo de poco más de hora y media.. La guionista y directora Verónica Chen logra incomodar al espectador a partir de transmitir la angustia de su personaje central ( estupenda actuación de Gloria Carrá) hasta arribar a un final sorpresivo. (7/10).
MONOS de Landes Pelicula extrema si es que las hay. Propuesta realmente riesgoza porque si bien parte de hechos probablementes reales -comandos de guerrilleros adolescentes en zonas montañosas y selvaticos- el acento no esta puesto en narrar concretamente una peripecia de acción, sino, por el contrario buscar y encontrar un interes y fascinacion de los espectadores en una subyugante recorrida por la naturaleza inhospita, los cuerpos de los personajes que tratan de sobrevivir y los rituales de las formas de asociasion y convivencia marcadas por lo militar y el entrenamiento. Todo ello entrelazado es la excusa especialmente buscada de una fotografia notable en locaciones idem que permiten climas de gran belleza plástica y que le dan un sello especial a la obra. Pero tambien es cierto que para muchos espectadores no será de facil aceptación ese regodeo formal por encima de lo estrictamente narrativo.
YA NO ESTOY AQUI de De la Parra Resulta fascinante no solo esa coreografia de los bailes y también, porque no, del lenguaje para describir esa juventud de espacios bajos de la sociedad que le ponen toda la garra para la alegría en ese contexto amenazante alrededor de las drogas y violencias adjuntas. El personaje es de una gran empatía por su figura y la calidad de sus movimientos que parecen surgidos de su original y ancestral identidad
MAREA ALTA En mi comentario anterior olvide mencionar el magnifico trabajo de la actriz Gloria Carra, personaje complejo y omnipresente que lo resuelve con una sabia dedicacion.
MAREA ALTA de Veronica Chen Relato realmente dificil de digerir porque produce una incomodidad en todo su transcurso, una tensión que su directora va generando en el espectador por no entender del todo la insoportable etica del personaje femenino. Seria una exageracion pensar que toda la erotica femenina puede llegar a menosprecios tan graves en el orden de la diferencia de clase y dinamica del poder, pero en este caso me parece que CHEN ha querido presentar un caso extremo en el orden de crear un modo de terror rozando lo erótico, lo sexual y lo perverso. Una especie de psicopatia del ahora tan recurrido "Desahogo sexual"....
Gracias por la recomendación de "Ya no estoy aquí", la vimos el sábado a la noche con mi esposa (nuestra única noche de cine casi) y la disfrutamos un montón.