Festivales
Otra mirada sobre las distintas secciones del festival
Más allá de la cobertura realizada por Diego Batlle, y de los aportes de Diego Lerer en nuestro blog Micropsia y del columnista Manu Yáñez Murillo, sumamos aquí 12 reseñas de películas no comentadas hasta ahora a cargo de un talentoso crítico argentino que también estuvo cubriendo Cannes.
-AIMER À PERDRE LA RAISON Bélgica-Luxemburgo -Francia-Suiza), de Joachim Lafosse. Calificación: 7 puntos
Inspirada en hechos reales ocurridos en Bélgica en 2007, Joachim Lafosse (Propiedad privada, 2006) estructura lo que podría haber sido una mera historia policial dotando a su película de un clima que se acerca más al thriller o al terror psicológico ¿Qué puede llevar a una madre a matar a sus hijos? Esa es la pregunta que abre el film, esa la noticia disparadora, a partir de la cual Lafosse reconstruye una saga familiar en la cual se cruzan las relaciones personales y el impacto de las distintas culturas y religiones. En la relación de pareja que une a los protagonistas (ella, francesa; él, marroquí), está siempre presente el padrastro de este último, que facilita el matrimonio, mantiene a la familia y vive con los recién casados. A medida que se suman a la familia los cuatro hijos que tendrán, la inicial armonía va trocando en una densa incomodidad; la creciente sospecha de algún tipo de relación oculta entre el padrastro y el hijo adoptivo y las características autoritarias y hasta violentas de la concepción de familia se comienzan a hacer visibles. La constante presencia del tercero en cuestión, ayudando pero también digitando, inoculando, sugiriendo, dirigiendo el curso de los sucesos, actúa casi como una presencia fantasmal, permeando a la narración de la idea vampírica de vivir la vida de los otros.
La sugestión, la duda, la incertidumbre son las herramientas para ese clima que evita los lugares comunes que podrían tener que ver con el estilo “la película de la semana” de No me iré sin mi hija (Brian Gilbert, 1991), y se acercan más, a su manera, a El bebé de Rosemary (Roman Polanski, 1968). ¿Cuánto hay de real y cuánto de paranoia? Esto es algo que la película, saludablemente, no termina de develar. Y aun cuando el final es quizás demasiado explícito (deudor posiblemente de la lógica de inicio, obligado a dar respuesta a la pregunta disparadora de la trama), el extrañado clima que construye justifica con creces la visión de esta película.
-LES CHEVAUX DE DIEU, de Nabil Ayouch. Calificación: 5 puntos
La “cuestión árabe”, sea desde la mirada a la inmigración, sea desde el acercamiento a las problemáticas particulares de los países de origen de los directores (Marruecos, Argelia, Túnez, Irán) es necesariamente materia de selección por parte de las distintas secciones del Festival de Cannes. Seguramente imbuidos de la atávica necesidad de lavar las culpas de un pasado colonial que proyecta sus efectos y explica los problemas de un agitado presente, los festivales europeos nunca dejan de incluir en sus selecciones aleccionadores y políticamente correctos productos de muy escaso interés en lo que hace a la utilización de las herramientas que el cine nos proporciona. En ese contexto, Les chevaux de Dieu no es lo peor que nos podría pasar (como sí lo es, por ejemplo, After the Battle, película egipcia presentada en competencia).
Es que, si bien en este film inspirado en los atentados terroristas ocurridos en Casablanca en 2003 todo es bastante lineal y remanido, Nabil Ayouch sabe encontrar algo de verdad en la manera en que reconstruye la vida de los dos hermanos que, de jugar al futbol en la villa terminan como mártires de la cruzada islamista. Para la polémica, y con relación a algunas críticas que ha recibido la última película de Trapero: las imágenes aéreas de la muy pobre barriada en la que habitan los protagonistas de Les chevaux de Dieu recuerdan en mucho a Elefante blanco.
Si bien la explotación de la temática parece llevar a la utilización de los personajes, que actúan más como vectores del mensaje (sus decisiones y conductas por momentos parecen más fruto de las necesidades del realizador que de alguna justificación personal, política, moral o psicológica), la descripción del entorno y de algunas relaciones (en particular la que se da entre los dos hermanos y entre éstos y su madre), y una razonable utilización de ciertas herramientas formales (los travellings aéreos, un montaje que evita el frenesí propio de Ciudad de Dios) conforman un film menos indigesto que la mayoría de este tipo de productos a los que hacíamos referencia al inicio de estas líneas.
-CONFESSION OF A CHILD OF THE CENTURY, de Sylvie Verheyde (Francia-Alemania-Reino Unido). Calificación: 4,5 puntos
La directora de Stella (de 2008, estrenada por estas tierras recién en 2010) adapta nuevamente para el cine la decimonónica novela de Alfred de Musset (origen también de Los amantes del siglo/Les enfants du siecle, de Diane Kurys, 1999). Pero allí donde esta última película hacía foco en la relación de Musset – George Sand, Verheyde difumina la referencia y simplemente nos acerca la historia de Octave (jugada decisión de casting, al elegir para este papel al músico británico Pete Doherty), libertino que tras la muerte de su padre se va al campo para cambiar de ideas, y traba relación con una viuda 10 años mayor que él (Brigitte/Charlotte Ganinsbourg, siempre intrigante).
La decadencia del post-romanticismo, el clima de sueño de opio que todo lo invade, el espíritu libertino del protagonista no parecen sino un reflejo (y justificación) de la vicaria elección del líder de, “casualmente”, The Libertines (¡!) y Babyshambles para el rol protagónico. El desganado devenir de la historia, la trascendente decisión y cambio de vida que implicaría para el protagonista reconocer la existencia del verdadero amor, se pierden en las cenagosas tierras del capricho, de la boutade de una especie de rock-star fuera de época.
SEMANA DE LA CRITICA
-AU GALOP, de LouisDo de Lencquesaing (Francia). Calificación: 8 puntos
El actor principal de la primera mitad de El padre de mis hijos (Mia Hansen-Love) parece seguir en algo cierta idea de esa gran película, pero lo que allí hacía foco en el dolor del duelo (la segunda mitad, ya sin Louis-Do de Lencquesaing) aquí profundiza en la agridulce sensación de tristeza, pero al mismo tiempo de libertad, de crecimiento, de ruptura que la muerte de los padres importa. Es que Paul, el novelista que el director de esta, su opera prima, encarna, al tiempo que fallece su padre se enamora de una mujer que trabaja en su editora (Ada/Valentina Cervi). Que esta mujer se encuentre casada y el impacto que esta relación tiene en el vínculo con la hija adolescente con la que vive (Camille/Alice de Lencquesaing) configuran el centro de una trama que no se disfruta justamente “al galope”, sino a través de un amable devenir que se toma su tiempo para que conectemos con los personajes.
La película en gran parte pareciera sustentarse en el egocentrismo de su realizador, pero ello lejos de molestar funciona adecuadamente en razón del gran carisma de Louis-Do de Lencquesaing. Para él Au galop parece una continuación de su vida, en la cual uno lo imagina entrando y saliendo de las situaciones conflictivas con la misma elegancia con la que lleva adelante la ficción.
-J’ENRAGE DE SON ABSENCE, de Sandrine Bonnaire (Francia). Calificación: 6 puntos
La actriz de Sin techo ni ley está cada vez más hermosa (la pude ver en la presentación de la película, tras la cual la sala la aplaudió sin parar durante 20 minutos). El aplauso estimo que encontraba su razón de ser en el cariño del público francés hacia Sandrine Bonnaire más que en el reconocimiento de éste, su primer largometraje de ficción como directora (en 2007 había realizado el documental Je m’appelle Sandrine). Y no es que J’enrage son absence no merezca seguir poniendo atención en la labor de Bonnaire como directora (desgraciadamente, no aparece en pantalla), pero se trata de una película algo fallida, que comienza creando cierto clima y que, en un momento determinado, pareciera como si no supiera qué hacer con él. Jacques (William Hurt) viaja de Estados Unidos a Francia para encargarse de liquidar los bienes de su recién fallecido padre. Cuando lo vemos seguir a una mujer (Mado/Alexandra Lamy) y, sobre todo, a un niño, pensamos que podría tratarse de un pedófilo; pero luego comprendemos que se trata de su ex mujer, y del hijo que ésta tuvo, fruto de un nuevo matrimonio. Que ellos hayan perdido a su hijo de 7 años en un accidente automovilístico, y que él no pueda elaborar esa pérdida lo llevan a intentar reconstruir la relación con el nuevo hijo de su ex mujer, para lo cual se va a vivir al sótano del edificio donde habita la familia. El extremismo de esta idea no hace que la narración resulte inverosímil, ya que los pequeños detalles y las atinadas actuaciones (aunque el hieratismo de Hurt ya moleste un poco, en este caso hace a la personalidad del personaje que interpreta) logran crear un extrañado clima en el que se esconde, de manera latente, la explosión de la tristeza y la inadecuación. Esto no es poco, pero allí se queda la película.
-HORS LES MURS, de David Lambert (Francia). Calificación: 2 puntos
¿El hecho de que una historia de amor tenga como protagonistas a dos hombres sigue teniendo hoy día algún componente de escándalo o ruptura que justifique su selección para una muestra como la Semana de la Crítica? Es que otra razón no se me ocurre. Hors le murs no puede ser más estereotipada y anodina: historia de chico conoce chico, primera mitad de la película jugada como comedia romántica (de los remilgos para salir del closet a escenas en sex shop para hacerse de diversos juguetes) para desbarrancar en un melodrama pretendidamente lacrimógeno cuando uno de los integrantes del dúo es llevado a prisión por tráfico de drogas. ¿Resistirá el amor esta separación? Para que a alguien le preocupe la respuesta a este interrogante, en primer lugar el guionista y director David Lambert debería haber hecho que nos interesaran los personajes, que lo narrado tuviera algo de verdad (o al menos de verosimilitud), que la historia o sus protagonistas conectaran con el espectador. Nada de esto sucede. Tengo la sospecha de que estamos ante una película pensada para un público determinado: démosle una historia de amor homosexual, que el resto poco importa. De esta manera, contra lo que parece la voluntad declarada del film, éste parece menospreciar el colectivo al que intenta dirigirse.
QUINCENA DE REALIZADORES
-YEK KHANÉVADÉH-E MOHTARAM (A RESPECTABLE FAMILY), de Massoud Bakhshi (Irán). Calificación: 3 puntos
Un profesor universitario regresa a Irán tras dos décadas fuera del país sólo para dar algunas clases. Al ser asaltado en el taxi que lo llevaba al aeropuerto para regresar a Paris, comienza el laberíntico proceso para recuperar su pasaporte, lo que lo obliga a quedarse en Irán algún tiempo. Allí decidirá ir a ver a su agonizante padre y ello disparará, a través de sucesivos flashbacks que alternan imágenes de archivo sobre la guerra entre Irán e Irak y eventos que marcaron la vida de la familia, un juego de ocultamiento y develación con el que Bakhshi pretende interesarnos.
El asunto es que, tras un comienzo que podía hacer pensar en el lugar común de lo que algunos dicen que es el cine iraní (registro cuasi documental, acento puesto en la burocracia estatal y en la vida en las calles, muchas imágenes tomadas desde dentro de un automóvil), termina por derivar en una especie de telenovela recargadísima en la que un padre autoritario no sólo golpea a su mujer e hijos sino que interna en un hospital psiquiátrico a la primera para llevar a vivir a la casa familiar a otra mujer (el director no nos evita la imagen de un electroshock y el plano detalle del hijo que se orina encima al ver a su madre en ese trance). La muerte de un hermano, héroe de aquella guerra, dará a la familia un halo de respeto que será aprovechado para hacer negocios en lo que se presenta como una híper corrupta oligarquía. Demasiadas líneas narrativas, demasiado subrayado, muy poco cine. Si todo no fuera tan inverosímil (con lo que no sabemos si podemos creerle), lo más interesante de A Respectable Family sería la constatación de que los robos en los taxis y los motochorros no son sólo una cosa de nuestra querida Buenos Aires.
-DANGEROUS LIAISONS, de Hur Jinho (Corea del Sur-China). Calificación: 2 puntos
La idea de llevar Las relaciones peligrosas a la Shangai de los años 30 parecía interesante. Si a eso sumamos un elenco super-estelar (ZiyiZhang, Dong-gun Jang, Cecilila Cheung), las expectativas eran altas. El tema es que, en esta producción china con ínfulas de tanque el decorado se come a la película. Todo el acento se pone en la vestimenta y en la reconstrucción de época (sin dudas, más que correctos) pero la trama pierde intriga y desdibuja hasta hacer casi desaparecer el componente de perversión y amor trágico que tenía el original. El tono de las actuaciones se acerca más al de una telenovela (con acentuados primeros planos para marcar los mohines de los protagonistas) y uno tiene la sensación de que bastan 10 minutos para mirar cómo debe haber sido Shangai en esa época y huir de la sala, ya que nada interesante ocurrirá luego. Desgraciadamente, no fue lo que hice.
SECCION OFICIAL (FUERA DE CONCURSO)
-LES INVISIBLES, de Sébastien Lifshitz. Calificación: 7 puntos
Conocemos a Sébastien Lifshitz por su paso por algún BAFICI. Plein sud, Wild side y el documental La traversée demuestran que no debería sorprendernos lo que este realizador logra a través de los testimonios de diversas parejas homosexuales conformadas por hombres y mujeres que superan los 70 años. Con sensibilidad e inteligencia, Lifshitz entrelaza las historias esquivando el lugar común en el que se hunden películas como Hors le murs. Cada vida nos interesa al sumar situaciones particulares o excepcionales (los dos viejitos que se conocen a través de los anuncios en un diario; la madre de familia que descubre su homosexualidad tras años de llevar otra vida) y detalles cotidianos (que revelan el amor de parejas que llevan décadas de convivencia). La edad de los protagonistas nos habla de épocas en las que había que ser muy macho para declararse homosexual. La memoria oral y las fotografías van construyendo un cariñoso acercamiento a lo que para algunos fue una certeza desde el momento en que tuvieron conciencia y para otros un descubrimiento o una elección.
-THE SAPPHIRES, de Wayne Blair. Calificación: 6 puntos
La discriminación a la que se encontraban sometidos los aborígenes en Australia es el tema que sobrevuela esta película. Pero a diferencia de Cerca de la libertad (Phillip Noyce, 2002), acá se evita el tono llorón y lastimero y lo que tenemos es una comedia ligera que pone el acento en el mundo del negocio de la música (sin por ello dejar de tratar aquel tema). Corren los años 60 y un grupo conformado por cuatro chicas aborígenes (hay una sola que es mestiza) es convencido de dejar la música country para dedicarse al soul. Sobre cómo terminarán cantando para las tropas norteamericanas en Vietnam y conocerán el éxito discurre esta película. Como corresponde, hay también una sub-trama amorosa, pero la película funciona sobre todo por la potencia de la música soul y la contundente eficacia cómica de Chris O’Dowd (de la que ya habíamos tomado cuenta en Damas en guerra).
-DARIO ARGENTO'S DRACULA, de Dario Argento (Italia). Calificación: 5 puntos
¿Cuánto hay de contacto entre el giallo de Argento y el terror gótico de la Hammer? La pregunta es pertinente porque aquí el gran Darío juega a hacer una película de la Hammer y no le sale del todo bien. El punto de contacto puede ser el rojo fluorescente de la sangre y los recargados escenarios en que los colores pasteles adquieren un brillo que contrasta su esencia. Pero la idea de poner el acento en el clima, de ser algo menos explícito (o dosificar la explicitud), de no apostar a las complejas y planificadas muertes (rasgo de fábrica del realizador), termina por conformar una película anodina y sin alma. Además, un 3D especialmente feo y anticuado y un exceso de soluciones digitales que hace perder toda corporeidad a los seres de la noche se suman para crear una película que desilusiona y de la que sólo se salva la anacrónica potencia punk de la hermosa Asia Argento.
-MANIAC, de Franck Khalfoun. Calificación: 4,5 puntos
La factoría de remakes de películas de terror comandada por Alexandre Aja no descansa. Ahora la emprende con el film ya considerado para muchos como “de culto” de idéntico título (William Lustig, 1980). Típica slasher movie, el gran “descubrimiento” del que se solaza el productor es realizar la totalidad de la película desde la subjetiva del psicópata asesino protagonista. Más allá de que esto no reviste demasiada novedad (recordemos por ejemplo La dama del lago, de 1947), en el caso de una película cuyo mayor interés es el asesinato y descuartizamiento de bellas señoritas por parte de un ultra-edípico restaurador de maniquíes, el hecho de que, salvo en los flashbacks explicativos, sólo tengamos su punto de vista, nos hace perder el suspenso y la expectación sobre cómo, dónde y cuándo ocurrirá el nuevo ataque. Elijah Wood aporta su mirada extraterrestre y sólo alguna escena gore saca a flote esta película.
________________________________________________
Seguinos en Facebook aquí
Seguinos en Twitter aquí
Suscribite a nuestro RSS (feeds) aquí
Visitá nuestra página en YouTube aquí
Visitá nuestro blog Micropsia aquí
Visitá nuestro blog OtrosCines/TV aquí
Visitá nuestro blog Analízame aquí
Enterate de nuestros cursos en OtrosCines/Cursos aquí
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



FESTIVALES ANTERIORES
Críticas breves de tres valiosos films distinguidos por los jurados de sus respectivas secciones.
-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.
Cierre de la trilogía iniciada con 36 horas (2021) y Cuando oscurece (2022).
El nuevo film de Seles ganó el Premio Especial del Jurado de la competencia dedicada a lo nuevo del cine nacional.