Especial Sean Baker: 8 críticas de sus películas
Para celebrar su triunfo en los premios Oscar 2025 con Anora (cuatro estatuillas para él por Mejor Película, Dirección, Guion Original y Edición, más la de Mejor Actriz para Mikey Madison), publicamos reseñas de la mayoría de los films de este referente insoslayabale del cine independiente estadounidense.
Estreno
05/03/2025
Publicada el 05/03/2025
Publicadas previamente:
CRÍTICA Y VIDEO DE ANORA (2024)
Por Diego Batlle y Manu Yáñez ★★★★½
CRÍTICA DE RED ROCKET (2021)
Por Víctor Esquirol ★★★✩✩
CRITICA DE PROYECTO FLORIDA (2017)
Por Ezequiel Boetti ★★★★½
DOS CRÍTICAS DE TANGERINE (2015)
Por Fernando E. Juan Lima y Diego Lerer ★★★★✩
Sumamos nuevas críticas:
Proyecto Florida / The Florida Project (2017), de Sean Baker. Duración: 112 minutos. ★★★★✩
Si Tangerine se hizo famosa -entre muchas otras cosas- por haber sido rodada íntegramente con un iPhone, The Florida Project se concretó de la manera más tradicional (y ya casi en extinción): en 35 milímetros. Aquí ya no están como contexto las calles menos glamorosas de Los Angeles sino los moteles y shoppings de Orlando, tampoco aparece en primer plano la problemática transgénero, pero en el acercamiento a la historia de una joven e impulsiva madre soltera llamada Halley (Bria Vinaite) y su hija de seis años Moonee (Brooklynn Prince, puro encanto, desparpajo y expresividad) se percibe la misma vitalidad, la misma honestidad, la misma sensibilidad que en sus trabajos anteriores.
Es cierto que la deriva de la primera parte (las travesuras de la pequeña Moonee con sus amigos y las experiencias compartidas por madre e hija) se extiende demasiado y, cuando Baker quiere darle un conflicto y una estructura a la segunda mitad (con la aparición de los agentes de la seguridad social) el film pierde parte de su naturalidad y encanto, pero The Florida Project mantiene incluso en sus momentos más extremos y melodramáticos un tono lúdico y un amor por los personajes que la hacen querible y disfrutable.
Halley y Moonee viven en el Magic Inn, un colorido (todo en esa zona es colorido hasta lo grotesco) y patético motel ubicado en las afueras de Orlando; es decir, muy cerca de los parques de Disney. El lugar es supervisado por Bobby, un hermoso personaje secundario que construye con el tono justo y la generosidad a flor de piel Willem Dafoe. Es la primera vez que el director de Prince of Broadway y Starlet trabaja con un actor de renombre y logró que no aparezca ni un ápice del regodeo narcisista de tantas estrellas.
Aunque el final (o los finales) suena un poco exagerado, sentimental y algo forzado, The Florida Project es, al mismo tiempo, una película con un universo propio y fascinante, y una denuncia -sin subrayados- sobre esa América profunda que no suele verse en las películas: madres solteras sin trabajo fijo ni ayuda, niños descontenidos, gente que vive en habitaciones de hoteles y una realidad que poco tiene que ver con ese símbolo del consumismo turístico que son los parques de entretenimientos. DIEGO BATLLE
-Starlet (Estados Unidos/2012), de Sean Baker. Duración: 104 minutos. ★★★½
El director de Take Out (2004) y Prince of Broadway (2008) se vuelve un poco (sólo un poco) más mainstream y convencional con esta historia sobre Jane/Tess (Dree Hemingway, de la dinastía iniciada por Ernest e hija de Mariel), una muy atractiva veinteañera que vive en el San Fernando Valley de California y se gana la vida como actriz (generalmente porno). Ella vive con su chihuahua, con una amiga/colega drogona y con un muchacho también bastante torpe e inestable.
Su vida cambia por completo cuando le compra a una anciana llamada Sadie (la octogenaria Besedka Johnson, toda una revelación porque no tenía experiencia previa en cine) un termo que en su interior tiene 10.000 dólares que pertenecían a su marido muerto. La joven -entre intrigada y culpógena- empieza a frecuentar cada vez más a la tiránica vieja y, entre desayunos y juegos de bingo, irá surgiendo entre ellas una particular relación.
El film -una agridulce y absurda historia sobre los códigos femeninos y la conexión entre dos almas en pena- se sigue con interés (es divertida la mirada al negocio del porno actual y hasta hay algunas escenas de sexo bastante explícitas) y no hay nada que desentone demasiado a nivel de puesta en escena o actuaciones (todas impecables), aunque Baker se pone aquí -sobre todo al final- algo más sentimental y trascendente que en films anteriores. De todas formas, se trata de un muy buen exponente de ese cine indie americano (el de bajo presupuesto, no el de los Harvey Weinstein) que ya prácticamente no llega a las salas argentinas. DIEGO BATLLE
Take Out (Estados Unidos/2004), de Sean Baker y Shih-Ching Tsou. Duración: 88 minutos. ★★★½
Rodada con apenas 3.000 dólares, actores en su mayoría no profesionales, casi sin equipo técnico, en una locación real (un negocio de comida china que atendía a sus clientes durante la filmación) y en las ruidosas calles de una Nueva York siempre lluviosa, Take Out es una película ultra independiente que narra la odisea de un joven (inmigrante ilegal chino) que tiene que juntar 800 dólares para saldar esa misma noche una deuda con unos prestamistas de armas tomar.
El pibe se dedica a llevar los pedidos del restaurante a domicilio en bicicleta (es la era pre aplicaciones tipo Uber, Rappi y Glovo) y su mejor amigo, además de prestarle algo de plata, le cede todos los envíos del día para que sume propinas. Las cosas, claro, no saldrán del todo bien, pero Baker siempre tiene alguna irrupción de empatía y solidaridad como para compensar los infortunios de aquellos que constituyen el reverso del Sueño Americano.
Filmada a pura cámara en mano y con una edición cruda y "nerviosa" (esta película seguramente influyó en los hermanos Safdie) y hablada en un 90 por ciento en mandarín (Baker tuvo como codirectora a la taiwanesa Shih-Ching Tsou, quien luego siguió acompañándolo en distintas funciones en varios de sus proyectos), Take Out es un pequeño, modesto, pero sensible e intenso ejercicio de cinéma verité que se estrenó el 18 de enero de 2004 en el Festival Slamdance (yo por ¿casualidad? la vi justo un 18 de enero, 21 años después), pero luego tuvo varios conflictos legales que demoraron cuatro años su lanzamiento comercial. Fue una nominación a los Independent Spirit Awards y sobre todo una edición en Blu-ray de Criterion en 2009 las que convirtieron a este trabajo en un principio casi inadvertido en una valiosa carta de presentación, que ya mostraba algo del estilo, las obsesiones y el talento del director. DIEGO BATLLE

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